2. “La agenda de las Mujeres
en la Agricultura familiar”
3. Quisiera establecer que dentro de la agenda
de las mujeres en la agricultura familiar, el
primer tema que se debería analizar es la
invisibilización del aporte que existe en el
trabajo agrícola que desarrollan las mujeres.
Por ejemplo en Guatemala según datos de
la última Encuesta Nacional de Empleo e
Ingresos –ENEI- 2013, un 11% de la
población ocupada en la agricultura son
mujeres, sin embargo, mucho del trabajo
que ellas realizan no se contabiliza pues se
consideran tareas de apoyo, lo cual reduce
su representación en esta rama de la
economía.
4. Guatemala, no es el único país donde esto ocurre, pues según el
documento elaborado por la Comisión Económica para América Latina y
el Caribe –CEPAL- y el Fondo para la Alimentación –FAO- sobre “El
Empleo de las Mujeres Rurales” El Salvador, México y Honduras tienen
una enorme brecha en la población de mujeres y hombres ocupados en
esta actividad.
Además las mujeres que trabajan en el campo combinan esta actividad
con el trabajo de cuidado de la familia, acarreo de agua, y elaboración
de alimentos entre otros, trabajo no remunerado del hogar, estimado
para Guatemala en 7 horas en promedio, 7.8 para las mujeres
indígenas.
5. De igual manera, además de estar subrepresentadas, las mujeres
agricultoras no reciben un salario justo, o bien son trabajadoras sin
remuneración, en Guatemala las trabajadoras agrícolas ganan menos
que los hombres, si bien pasamos de un 50% del salario de los
agricultores en ENEI 2004 a un 77% en la ENEI 2012, la desigualdad
sigue siendo evidente.
Solo hay un pequeño porcentaje de mujeres agricultoras que con base
de esfuerzo han logrado su independencia, ENEI 2013 registra un 6%
de agricultoras indígenas cuentapropistas, mientras que la Encuesta
Nacional Agropecuaria registra un 18% de productoras individuales,
que tiene la iniciativa técnica y la responsabilidad económica de la
producción, que además toma la decisión acerca de los recursos
disponibles y ejerce el control administrativo de las actividades de la
finca, pero no siempre es la propietaria del recurso tierra.
6. Como lo expone “El Informe de Desarrollo Humano de
Guatemala 2002. “La dinámica en torno a las relaciones de
género y la tierra parece intermediada por una lógica que
excluye a las mujeres del acceso a la propiedad, expresada en
un corpus legislativo de escasa pertinencia respecto de la
realidad agraria en el país y en prácticas socio-culturales que
permean, inclusive, la lucha de organizaciones que reivindican
este recurso, pues ni siquiera por éstas son las mujeres
tomadas en cuenta como copropietarias” (PNUD, 2002: 224).
7. Tan solo un 15% equivalente a
(278,083 superficie en manzanas)
de la tierra registrada en la
Encuesta Nacional Agropecuaria
2008, es en régimen de propiedad
de mujeres, mientras que el
restante 85% está en manos de
productores hombres. A ello
sumamos la concentración de la
tierra en donde un 10.3% de las
productoras individuales tiene
tierras de apenas extensión de
0.7% hectáreas, para cultivos de
subsistencia que representan el
39.5% de la producción agrícola.
8. Por otra parte según datos del Ministerio de
Economía, del Programa Nacional para el Desarrollo de
la Microempresa, Pequeña y Mediana Empresa, del
total de crédito para la agroindustria 25% es para
mujeres de la microempresa (1 a 10 empleados) y 43%
en la pequeña empresa (10 a 25
empleados), representando menos del 1% del crédito
otorgado a mujeres por rama de
actividad, concentrándose el resto en actividades de
comercio, servicios y artesanía.
9. Estos son sólo algunos aspectos sobre la precaria participación de
las mujeres en la agricultura, por ello es importante el
empoderamiento económico de las mujeres, que implica
fundamentalmente que ellas conozcan sobre sus derechos y se
apropien de ellos. Mejoren su autoestima y participación política y
ejerzan sus derechos económicos, sociales y culturales. A efecto de
que las mujeres sean consideradas sujeta de derecho y no
únicamente como beneficiaria de algún proyecto, programa o
política.
La organización como una de las fortalezas en el
empoderamiento de las mujeres que trabajan en la
agricultura es muy importante, en Guatemala hay más
de 1 millón de cooperativas, de los cuales, según el
Instituto Nacional de Cooperativas INACOOP, se
dedican a la agricultura un 41%, de las cuales 23%
son de mujeres socias.
10. Es importante mencionar que las
mujeres ocupadas en cooperativas
agrícolas, se encuentran en un 70%
en los departamentos más pobres
del país que están en el altiplano, y
regiones como el Petén, con
elevados índices de pobreza y
pobreza extrema.
Visibilizada esta situación, nuestra
responsabilidad es incluir dentro de
la agenda de las mujeres en la
agricultura familiar, mecanismos
que permitan cambiar la
precariedad de las mujeres.
11. En Guatemala, contamos con el Programa de
Agricultura Familiar para el Fortalecimiento
de la Economía Campesina -PNDR- 2012-
2015 del Ministerio de Agricultura, Ganadería
y Alimentación, MAGA, con el apoyo técnico
de la Organización de las Naciones Unidas
para la Alimentación y la
Agricultura, FAO, para el Fortalecimiento de
la Economía Campesina. Esta iniciativa se
basa en el Plan para Activar y Adecuar la
Política Nacional de Desarrollo Rural y
pretende ser un aporte a su concreción desde
las competencias sectoriales que
corresponden al MAGA.
12. En la PNDRI se define al sujeto priorizado como a “la población
rural en situación de pobreza y extrema pobreza, con prioridad
entre otros con las mujeres indígenas y campesinas, por ello la
Secretaría Presidencial de la Mujer, ha articulado la Política
Nacional de Promoción y Desarrollo Integral de las Mujeres en su
eje de Desarrollo Económico y Productivo con Equidad en el marco
del Gabinete Específico de la Mujer, del cual ya se han identificado
importantes avances como; la capacitación sobre empoderamiento
económico de las mujeres a través de las oficinas municipales de la
mujer y de los consejos de desarrollo que realiza la Secretaría
Presidencial de la Mujer, La regularización de tierras para mujeres
campesinas a través de Fondo de Tierras y su Política de
Género, así como la asistencia técnica para la producción
agrícola, pecuaria, agroforestal e hidrobiológica, manejo del agua y
el suelo, también en prácticas de
inocuidad, preparación, conservación y almacenaje de los
alimentos que realiza MAGA.
13. Finalmente, en el marco del 17 de abril que se
conmemora el día de la lucha campesina a raíz de la
muerte de 19 campesinos brasileños en su lucha por
obtener tierra, debemos decir que, la problemática
sigue constituyéndose en un gran desafío en especial
como lo hemos expresado, en el caso de las
mujeres, para lo cual queremos aportar nuestro
esfuerzo en beneficio de las mujeres guatemaltecas.